Con el apoyo de la OMS, la UNICEF y ministerios de salud y asociados de la sociedad civil, la Semana Mundial de la Lactancia Materna se celebra cada año la primera semana de agosto. 

La lactancia materna es una de las mejores formas de garantizar la salud y la supervivencia del niño, pese a lo cual, actualmente, menos de la mitad de los menores de 6 meses se alimentan exclusivamente de leche materna. 

En 2018, La Asamblea Mundial de la Salud refrendó mediante una resolución la Semana Mundial de la Lactancia Materna en tanto que estrategia destacada de promoción de la salud. La campaña, con un lema diferente cada año, tiene por objeto promover los entornos propicios que ayudan a las mujeres a amamantar –incluido el apoyo en la comunidad y en el lugar de trabajo, con medidas de protección adecuadas en las políticas y legislación gubernamentales– así como el intercambio de información sobre los beneficios de la lactancia materna y sus estrategias.

El tema de este año se centra en la lactancia materna y el trabajo, brindando una oportunidad estratégica para defender los derechos esenciales de la maternidad que apoyan la lactancia materna: permiso de maternidad de un mínimo de 18 semanas, idealmente más de 6 meses, y adaptaciones en el lugar de trabajo posteriormente. Se trata de cuestiones urgentes para garantizar que las mujeres puedan amamantar durante todo el tiempo que deseen hacerlo: más de 500 millones de mujeres trabajadoras carecen de disposiciones básicas en materia de maternidad; muchas más se encuentran sin apoyo cuando vuelven al trabajo. 

La OMS dedicará esta semana para defender las mejores prácticas para el apoyo a la lactancia materna en el lugar de trabajo, en diferentes países, en diferentes tipos de contratos y sectores, y promoverá acciones que se pueden tomar para ayudar a garantizar que la lactancia materna funcione para todas las mujeres que trabajan, donde sea que trabajen.

  • Más de 500 millones de mujeres trabajadoras no cuentan con la protección esencial de la maternidad en las leyes nacionales
  • Solo el 20% de los países requieren que los empleadores proporcionen a las empleadas descansos pagados e instalaciones para amamantar o extraer leche. 
  • Menos de la mitad de los infantes menores de 6 meses de edad son amamantados de forma exclusiva. 

La lactancia materna es una de las formas más eficaces de garantizar la salud y la supervivencia de los niños. Sin embargo, contrariamente a las recomendaciones de la OMS, menos de la mitad de los lactantes se alimentan exclusivamente con leche materna.

La leche materna es el alimento ideal para los lactantes. Es segura y limpia y contiene anticuerpos que protegen de muchas enfermedades propias de la infancia. Además, suministra toda la energía y nutrientes que una criatura necesita durante los primeros meses de vida, y continúa aportando hasta la mitad o más de las necesidades nutricionales de un niño durante la segunda mitad del primer año, y hasta un tercio durante el segundo año. 

Los niños amamantados muestran un mejor desempeño en las pruebas de inteligencia, son menos propensos al sobrepeso o la obesidad y, más tarde en la vida, a padecer diabetes. Las mujeres que amamantan también presentan un menor riesgo de padecer cáncer de mama y de ovario. 

La comercialización incorrecta de los sucedáneos de la leche materna sigue socavando los esfuerzos para mejorar las tasas de lactancia materna y su duración en todo el mundo.