Leche de burra: solución para los niños alérgicos a la proteína de la leche de vaca

Desarrollan sistemas de producción y procesamiento de pequeña y mediana escala de leche de burra para consumo humano. Se suma a un programa de mejoramiento de la eficiencia reproductiva a partir del uso de biotecnologías como inseminación artificial, transferencia embrionaria, producción in vitro de embriones de hembras seleccionadas genéticamente y criopreservación de semen.

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Fueron elegidos en el marco de la convocatoria nacional “Ciencia y Tecnología contra el hambre”, y recibirán 9.567.954 pesos para desarrollar sistemas de producción y procesamiento de pequeña y mediana escala, y hacer la caracterización primaria de calidad de leche de burra para consumo humano, particularmente con el foco puesto en los niños con alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV).

Tecnología e innovación es el eje de este trabajo científico que impulsan desde la Universidad Nacional de Río Cuarto investigadores del Laboratorio de Producción Equina -de la Facultad de Agronomía y Veterinaria-, encabezado por el doctor Luis Losinno, a quienes ahora se suman docentes de la Universidad de Villa María.

El producto final es la leche de burra de calidad controlada para consumo humano, en particular para los niños de entre 1 y 18 meses de edad intolerantes a la leche de vaca y otros rumiantes.

La leche de estas hembras de la familia de los équidos posee una composición muy similar a la humana, la más parecida de los animales domésticos. Es un producto de alta calidad, y se destaca por su tolerabilidad, palatabilidad, adecuada concentración de nutrientes y su gran cantidad de compuestos bioactivos.

“Estamos centrados en caracterizar y transferir la tecnología y el conocimiento para desarrollar un modelo productivo de leche de burra para consumo humano, particularmente para niños con alergia a las proteínas de leche de vaca y adultos mayores, estableciendo las bases para una nueva industria original e innovadora, utilizando burros nativos de la Argentina, con fuerte impacto en la salud pública, la generación de empleo, la sustitución de divisas de importación y el desarrollo de comunidades de áreas semiáridas marginales de nuestro país”, señaló a Argentina Investiga Luis Losinno, profesor asociado de Producción Equina I y II; director del Laboratorio de Producción Equina y Biotecnología Animal y de la maestría en Producción Equina, del Departamento de Producción Animal, de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad Nacional de Río Cuarto.

“Desde el año 2020 está en marcha y generando conocimiento el desarrollo y la caracterización del modelo de producción de leche de burra en pequeña escala en el Laboratorio de Producción Equina y Biotecnología Animal de la UNRC, y se prevé hacerlo en colegios agrotécnicos (terciarios) bajo convenios específicos”, sostuvo Losinno, a lo que sumó el objetivo específico de “desarrollar un programa de mejoramiento de la eficiencia reproductiva utilizando biotecnologías reproductivas como inseminación artificial, transferencia embrionaria, producción in vitro de embriones de hembras seleccionadas genéticamente y criopreservación de semen”.

El investigador también indicó que quieren trasladar el modelo a productores existentes y nuevos con la utilización del Laboratorio de Producción Equina y Biotecnología Animal de la UNRC y los colegios como unidades demostrativas y de capacitación técnica. Y “transferir el conocimiento utilizando plataformas y herramientas educativas online a madres de niños con alergia a la proteína de la leche de vaca, pediatras, productores, técnicos y veterinarios, con la empresa Ufarm, de Río Cuarto”.

Por otro lado, apuntan a favorecer el desarrollo de economías regionales a través de la producción y la comercialización de leche de burra, con sus diferentes subproductos: fluida pasteurizada, congelada, liofilizada, yogurt, dulce de leche.

Se agrega la caracterización genética del burro feral argentino como recurso zoogenético productivo y la creación de un plan nacional de protección y censado, a lo que se suma el desarrollo de un plan de mejoramiento genético para la producción de leche de burra, con la utilización de biotecnologías reproductivas y material genético de burros nativos de la Argentina, con la intención de crear la raza lechera Burro Nativo Argentino.

Además, trabajarán para incentivar el consumo de leche de burra en niños alérgicos a las proteínas de la leche de vaca a través de convenios con hospitales públicos; como así también promoverán ensayos clínicos en niños en hospitales públicos controlados, a través del Ministerio de Salud Pública de la Nación. Se elaborará un diseño de fórmulas alimentarias para niños basadas en leche de burra fortificada con lípidos y vitaminas; estudiarán modelos de producción y exportación de subproductos, como cosméticos, péptidos y leche en polvo; y estimularán la producción nacional de insumos y equipamiento para la nueva industria, con destino al mercado argentino y la exportación –máquinas de ordeñe y procesadores, como pasteurizadores y liofilizadores a escala.

La población destinataria son los niños y los adultos alérgicos a la proteína de leche de vaca, además de los adultos mayores, puesto que es una leche hipoalergénica y de bajo contenido graso (menos de 1%). Por otro lado, están en la mira los pequeños productores de áreas semiáridas de la Argentina, que a partir de esta iniciativa podrán acceder a una actividad rentable con un recurso natural inutilizado pero muy adaptado como es el burro nativo.

Los investigadores destacan los beneficios saludables de este producto. Señalan que es una leche hipoalergénica, composicionalmente la más parecida a la leche humana, de bajo contenido graso y alto contenido de lisozima, con un completo perfil de ácidos grasos.

El grupo de investigación y desarrollo está integrado por los investigadores Luis Losinno y Carolina Alonso, la becaria doctoral del Conicet Ana Flores Bragulat y los estudiantes Delfina Cheetham y Bruno Natali, de la Universidad Nacional de Río Cuarto; y por Mario Lanteri, Alejandro Lespinard y Melina Pietrani, además de la becaria Camila Urenda y el estudiante Humberto Quiñones, de la Universidad de Villa María.

Este es el cuarto proyecto al que se le adjudicaron fondos en menos de un año en el marco del programa de desarrollo de leche de burra impulsado desde la UNRC. Losinno destacó: “Este programa no sería posible sin el trabajo en red con las universidades nacionales de Villa María, La Plata, La Pampa, San Martín y la UBA (Agronomía) y con la empresa Omega SA, de El Trébol (Santa Fe), que provee el equipamiento, y el grupo de estudiantes ayudantes del Laboratorio de la UNRC”.

 

Fuente: Deolinda Abate Daga – Dirección de Prensa y Difusión – UNRC