Mónica a los 16 años tuvo leucemia le habían colocado un catéter venoso central para administrarle la quimioterapia y otros medicamentos. Una vez finalizado dicho tratamiento ese catéter quedó alojado en su cuerpo. “Como no me molestaba y no tenia inconvenientes nunca me lo saqué. Pero con los años me trajo problemas”, recuerda la paciente.
“Hace un tiempo comencé a sentirme mal tenia escalofríos y no podía respirar empecé a tratarme en el Hospital Gonnet, luego en el San Juan de Dios de La Plata hasta que me derivaron al hospital El Cruce a través del Dr. Carlos Cotti. Llegué el 3 de mayo al HEC y me diagnosticaron hipertensión pulmonar tromboembólica crónica por eso los médicos decidieron operarme.
La joven fue sometida a una cirugía de altísima complejidad que en el ámbito público solo El Cruce la realiza. Marcelo Nahin, cirujano cardiovascular del HEC explicó, “es una cirugía que se realiza a corazón abierto. Al paciente se lo somete a una hipotermia profunda y paro circulatorio para poder trabajar sin dificultad en la desobstrucción de las arterías pulmonares. En este caso se bajó la temperatura de la paciente a 20 grados, para la protección cerebral y del resto de sus órganos. La recuperación cardiovascular de estos pacientes es muy compleja porque sectores del pulmón antes obstruidos ahora empiezan a recibir más sangre”, explicó el profesional.
Fueron diez horas de intervención en el quirófano y siete días de post operatorio con buena evolución gracias al trabajo del equipo de recuperadores cardiovasculares.
Hoy Mónica se va de alta y podrá reencontrarse con sus tres hijos Xiomara de 10 años, Benjamín de 7 años y Ciro de 5 años, luego de haber permanecido 35 días internada y alejada de su familia que fue su sostén. Sus padres y sus hermanos que quedaron al cuidado de sus hijos al igual que su pareja. Mónica regresa a su hogar curada y con una nueva oportunidad para su vida.
Fuente: Hospital de Alta Complejidad El Cruce.