La reducción del nivel  del Ministerio de Salud a Secretaria aparece como una decisión  irritante e ineficaz, con referencia al objetivo de disminuir el gasto público.  Aunque impactante en lo simbólico. Si esto implicara un recorte de sus recursos presupuestarios, relevante a esos objetivos,  con limitaciones en personal e insumos supondría, en un momento de crisis económica, (gobierno dixit)  una limitación peligrosa a las funciones de rectoría y orientación propias del nivel central de salud  y en el cumplimiento de las  Funciones Esenciales de la Salud Pública (FESP).

En estas circunstancia se hace urgente convocar a un Diálogo Nacional sobre Salud para consensuar y consolidar políticas de Estado mas allá de los previsibles cambios en la orientación política de los gobiernos.