De acuerdo con datos presentados por Adrián Proietti, director del curso de Tecnología aplicada al control y tratamiento de la diabetes de la Sociedad Argentina de Diabetes y director Médico del Instituto Integral de Diabetes y Tecnología Aplicada (IDTA), para 2040 habrá en el mundo 642 millones de personas diagnosticadas con esta patología.

“Son cifras alarmantes, pero a nivel global cada 10 segundos tres personas desarrollan la enfermedad. Su ausencia de control médico o el control mal hecho se relaciona con el aumento de la enfermedad cardiaca y las enfermedades cerebro vasculares”, aseguró.

Existen muchos sub tipos de diabetes. Pero dos son las más frecuentes: la DM1 y la DM2. La primera la sufren el 10% del total de la población diagnosticada; mientras la segunda entre el 80 y el 90%. Tanto quienes tienen DM1, como el 40% de quienes tienen DM2 reciben insulina.

El monitoreo de la glucosa, algo que las personas con diabetes deben realizar múltiples veces al día, es un paso esencial y crítico para un manejo adecuado de la diabetes, principalmente en quienes están bajo tratamiento intensivo con insulina. Sin embargo, 4 de cada 10 pacientes no se miden la glucosa con la frecuencia recomendada.

“La diabetes es una preocupación de salud pública creciente en Argentina. Este producto es innovador  y nos complace poder ponerlo a disposición en nuestro país, ya que es una mejor solución tanto para el médico tratante como para la persona con diabetes. Estamos orgullosos de ser parte de este proyecto”, manifestó Nicolás Mandiberri, gerente General de Abbott Diabetes Care en Argentina.

El nuevo sistema se llama FreeStyle Libre, pueden usarlo personas a partir de los cuatro años, y consiste en un sensor pequeño que se coloca en el brazo y que, minuto a minuto, mide la glucosa en líquido intersticial mediante un pequeño filamento que se encuentra colocado justo debajo de la piel y se mantiene en el lugar unido a un pequeño parche adhesivo.

Las personas pueden bañarse con el sensor colocado y al acercar el lector a unos 4 cm, se ‘escanea’ automáticamente el dato en menos de un segundo. El sensor se lo cambia el paciente cada 14 días.

“Una de las principales ventajas de este sistema es el hecho de que nos sigue midiendo la glucosa pero además marca las tendencias que ésta tiene en el organismo a subir o bajar. La incorporación del concepto de tendencia es muy importante para prevenir tanto la subida o bajada de glucosa en sangre”, indicó León Litwak, ex presidente de la Sociedad Argentina de Diabetes y miembro del Servicio de Endocrinología, Metbolismo y Medicina Nuclear del Hospital Italiano de Buenos Aires, al referirse a esta nueva tecnología.

Litwak contó que este método le entrega al paciente una serie de datos que son importantes, no necesita control de calidad para saber si está funcionando y con solo acercar el lector puede saber qué glucosa tiene y lo puede hacer 80 veces por día si así lo quisiera. Igualmente, si no lo hace puede igual saber cómo estuvo su glucemia todo el día.

“Además, almacena los datos por 90 días, o sea que podemos ver tres meses de la historia del paciente, eso se guarda en la computadora y nos puede dar más información,  comparar días, sacar de cuánto fue el promedio de cada día o tomar un período y decirnos cómo estuvo la glucosa según cada momento de la jornada” destacó el especialista.

Consultado acerca de si el producto tendrá cobertura por parte de los seguros de salud, Mendiberri destacó que “nuestra principal prioridad es que esté en la seguridad social. Se nombró aquí la ley de diabetes: estamos gestionando que esté dentro. Hemos entablado muchas conversaciones y ya estamos trabajando  activamente en tratar de que las obras sociales y pre pagas lo cubran. Igualmente, el producto va está disponible desde agosto para quien lo quiera comprar en una farmacia con llegada a todo el país”.

En relación a los costos, el Gerente General de Abbott Diabetes Carea, explicó que para un paciente con diabetes tipo 1, que usa un promedio de cuatro tiras al día, hoy le saldría lo mismo, ya que el valor del sensor es de 1100 pesos –se utilizan dos al mes-; mientras que el lector cuesta el mismo monto y se adquiere solo una vez.

Silvina Iturralde

Licenciada en comunicación social, especialista en asuntos corporativos y periodista con amplia trayectoria en medios nacionales.