La CAMEID fue creada en el año 2009, siete años después de que la actividad fuera contemplada dentro del Plan Médico Obligatorio Nacional (PMO) como una prestación básica, esencial, cubierta y garantizada por las obras sociales  y pre pagas que brindan cobertura en salud.

Actualmente, la Cámara representa a unas veinte empresas que operan en territorio bonaerense, brindando servicios de internación domiciliaria y de venta de insumos médicos afines al sector.

– ¿Porqué conforman CAMEID y cuáles son sus principales objetivos?
En aquel momento, los socios fundadores nos nucleamos después de mucho tiempo de haber llevado adelante gestiones individuales con el objetivo de articular mancomunadamente las posturas del sector, en la relación con los financiadores. Al mismo tiempo, fue facilitarles a las obras sociales y prepagas un interlocutor representativo; un canal de diálogo abierto para abordar problemáticas del sector.
Hoy los objetivos son más amplios. La aspiración es promover el desarrollo de todo el sector -incluyendo en ella a proveedores y profesionales- y al mismo tiempo buscamos impulsar estándares de calidad en el servicio que sean cada vez mejores y más exigentes, donde la auditoría interna de la gestión del servicio es vital.
En ese camino, es que realizamos capacitaciones internas, intercambiamos experiencias entre los socios y los empleados de cada empresa y estamos en la constante búsqueda de la excelencia y calidad de servicios. Aunque los sistemas de salud y el sistema de internación domiciliaria en sí mismo son distintos en cada país, siempre es valioso conocer cómo funcionan y qué servicios van sumando empresas extranjeras, que redunden en la mejor atención de los pacientes para su recuperación o tratamiento aquí en nuestro país.
Quienes conformamos CAMEID estamos convencidos de que la internación domiciliaria es la medicina del futuro, por los múltiples beneficios que brinda al paciente y su entorno. Nuestro principal objetivo es que se conozcan esos beneficios y que los afiliados a las obras sociales sepan de qué se trata la internación domiciliaria, que es un servicio con el que pueden contar, exigir y reclamar cada vez que su médico lo indique.

– ¿En qué proyectos institucionales trabajan en el mediano plazo?
Nuestros proyectos colectivos no son muy distintos a los que persigue cada uno de las empresas miembro de la Cámara. Tenemos un desafío institucional enorme por delante que es poner en el lugar que se merece al sector y dar a conocer los múltiples beneficios comprobados que brinda esta modalidad para el tratamiento de la salud fuera del ámbito nosocomial.
En ese marco, buscamos representar institucionalmente al sector y estar sentados en la mesa de quienes son consultados por las autoridades a la hora de elaborar políticas de salud y proyectos de ley, como la de electrodependientes, digitalización de historias clínicas, botones antipático, monitoreo de pacientes a distancia, telemedicina y tantas otras innovaciones en el terreno de la salud en las que la provincia y el país tienen que avanzar.
Además, tenemos un gran desafío por delante que poner nuevamente en el lugar de prestigio que se merece a la internación domiciliaria. En el último tiempo, la actividad ha sido mal catalogada, como si estuviera poco regulada, no controlada por las autoridades.
Eso no es así y quienes integramos la Cámara, junto con muchas de las empresas del sector que representamos, aunque no estén contenidas en nuestra institución, somos profesionales honrados, muchos del ámbito de la salud, que estamos muy interesados, junto con las autoridades y financiadores, en que aquellos que no cumplen con la ley, que no tienen planteles profesionales, que no brinden servicios acorde a lo que se exige, no tengan posibilidad alguna de operar y atender pacientes.
Ese por eso que desde CAMEID hemos colaborado y trabajado firmemente junto a las autoridades en asegurar que las prestatarias cumplan con los requisitos de excelencia para brindar el servicio para sus asociados.

– La CAMEID se pronunció a favor de que Buenos Aires cuente con una ley que beneficie a los pacientes electrodependientes, ¿en qué situación está su tratamiento y cuáles deberían ser los alcances?
Muchos de los pacientes electrodependientes no tienen hechos los trámites y las adecuaciones en el hogar necesarias para poder estar contemplados. Esto implica tener luz trifásica, haber declarado en la empresa la dependencia del paciente de manera que ésta pueda priorizar el sector frente a un corte de suministro o facilitar un grupo electrógeno.
Venimos intercambiando estas experiencias e impresiones con las autoridades de PAMI y de IOMA, que son las obras sociales que más afiliados tienen, y, por lo tanto, las que quizás tengan en su nómina la mayor cantidad de pacientes electrodependientes del país; muchos de ellos cuentan con el servicio de internación domiciliaria.
La ley nacional fue sancionada en el Congreso con el número 27.351 y promulgada por el Poder Ejecutivo Nacional y publicada en Boletín Oficial el 17 de mayo último. Ahora resta la adhesión de Buenos Aires y de las demás provincias.
Tras la sanción de la ley se presentaron desde distintos bloques dos iniciativas en la cámara de Diputados y otras dos en el Senado bonaerense, que aguardan ser tratadas. Con matices, todas persiguen un mismo objetivo que, por supuesto, compartimos e impulsamos: garantizar un derecho fundamental para la vida de los usuarios que dependen de la electricidad para su supervivencia, asegurando el acceso al servicio en esos hogares.
Algunos proyectos van más allá y proponen – y estamos de acuerdo- la cobertura automática de las empresas de servicios dentro de la modalidad de tarifa social o una tarifa subsidiada o diferenciada que le permita a la familia y su entorno poder llevar adelante el tratamiento que el paciente necesita.

– ¿Cómo se vincula la Cámara con el Ministerio de Salud provincial y con financiadores como PAMI, IOMA, las obras sociales sindicales y pre pagas?
El primer requisito que tiene la Cámara para ser miembro, es que el prestador esté inscripto en el Ministerio de Salud provincial o nacional, dependiendo del territorio en el que vaya a brindar el servicio y cuya habilitación se le exija en caso de hacerlo en la provincia o en la Capital Federal. La Superintendencia de Servicios de Salud es quien fija los requisitos excluyentes para brindar el servicio y que exige también cualquier prepaga para confiar a sus afiliados.
La relación tanto con las autoridades de los Ministerios de Salud como con las de PAMI, IOMA y las obras sociales sindicales o prepagas, es de diálogo franco y permanente. Tuvimos reuniones con todos y en cada caso valoran la representación institucional del sector para avanzar en los distintos temas.
Por otra parte, debemos decir que todos los planteos que hemos llevado a cada uno de ellos fueron tratados y tenidos en cuenta. Algunos son proyectos a largo y mediano plazo, sobre temas que son centrales como la salud pública, auditorias, controles, el tratamiento de residuos patogénicos, los traslados y tantos otros en los que quienes brindan el servicio de internación domiciliaria tienen mucho por hacer y aportar.
Desde la Cámara creemos que hay temas en los que el financiador –en este caso las obras sociales y prepagas- y el prestador deben estar en la misma línea de trabajo y apoyarse mutuamente para brindar el mejor servicio de calidad para el paciente. El financiador es además quien debe controlarlo y desde CAMEID impulsamos las continuas mejoras en las auditorias, el control y evaluación permanentes del sector.
Este trabajo con los financiadores está en marcha y ya tenemos resultados, similares a las experiencias que otros países tienen con esta modalidad: baja tasa de re internación de los pacientes;  ahorro en el sistema de salud que en algunas casos llega a un 30 o 40% comparándolo con la internación nosocomial; y la recuperación de la persona en su propio entorno, que siempre trae beneficios en cualquier tratamiento.

– Las firmas que forman parte de la Cámara, ¿cómo acreditan calidad en sus servicios?
A cada una de las empresas que forman parte de la Cámara se les exige desde el departamento legal una serie de acreditaciones que deben ser presentadas para formar parte: antigüedad brindando el servicio, número de pacientes que atienden, su territorialidad, las habilitaciones y requerimientos exigidos por las autoridades provinciales y nacionales. Deben declarar los contratos celebrados con obras sociales y prepagas, seguros de praxis y cobertura de sus profesionales. Se exige la certificación de todo el personal médico a los Colegios; que emitan certificados y declaraciones juradas que acrediten que no tienen ningún impedimento para brindar el servicio; que todas las matrículas profesionales están vigentes y habilitadas. Al mismo tiempo deben contar que con personal matriculado; con un servicio de atención de reclamos telefónicos las 24 hs para los afiliados y con lugares físicos y recursos humanos de atención al público en el territorio donde brindan servicios.
Además, como mencioné anteriormente, la calidad debe estar asegurada por cumplir con las auditorias que realizan las autoridades para poder brindar el servicio.
Y finalmente, obviamente aquellas empresas que tengan fallos judiciales en contra, como cosa juzgada, pueden ser expulsadas de la nómina de miembros una vez que la justicia se haya expedido.

– El servicio que brindan las empresas de ID, ¿permite la asistencia de pacientes con qué niveles de complejidad?
El servicio permite la asistencia de pacientes que tengan el alta institucional y las condiciones en su domicilio aptas para una internación. Nos encontramos muchas veces con pacientes que desconocen el servicio de internación domiciliaria, con temor a contraer algún tipo de enfermedad intrahospitalaria y que bien podrían haber estado mucho tiempo antes llevando un tratamiento de excelencia en su hogar.
En CAMEID, hay empresas que brindan servicios a pacientes pediátricos, adultos y gerontes. Otras brindan servicios a pacientes oncológicos terminales, a oxígeno dependientes –dentro del grupo de electrodependientes- o a pacientes con asistencia mecánica respiratoria.
Es decir, cualquiera de las complejidades está cubierta. Hay obras sociales que habilitan el servicio para pacientes crónicos o con altas tempranas, cuyo tratamiento pueda asegurarse a través de las prestaciones de la internación domiciliaria. Algo que también descomprime el sistema de salud en su conjunto.
Por  lo general, el servicio no atiende a la patología en sí, sino a las consecuencias derivadas de esta, que pueden tener tratamientos prolongados. Todo lo que en términos médicos deja de ser agudo y pasa a ser sub agudo y crónico, con cualquier tipo de complejidad, es pasible de recibir la internación domiciliaria.
En el caso de pacientes oncológicos terminales, hay numerosos estudios que demuestran que la persona tiene una notable mejora en su calidad de vida durante los últimos meses. Esto se evidencia con quienes llevan el tratamiento paliativo en el hogar, acompañados por su vínculo familiar y en su entorno.
Además, cada vez más tratamientos que hasta hace poco requerían de una internación nosocomial, hoy pueden ser realizados en el marco de la internación domiciliaria como la diálisis peritoneal, tratamientos de quimioterapia, transfusiones, laboratorios. También se llevan adelante múltiples estudios diagnósticos complementarios como EGC, ecografías, ecodoppler, rayos X y muchos otros sin necesidad de que el paciente salga del hogar.

– Desde la Cámara, ¿desarrollan estadísticas en relación a los servicios que brindan?
Sí, se realizan relevamientos permanentes que permiten contar con estadísticas que elaboramos de acuerdo a cada necesidad con el cruce de variables como días de internación por patología; alta o fallecimiento del paciente por patología; días de utilización de antibióticos; franja etaria.
Esta toma de datos continua, permite también observar los beneficios del sistema en los pacientes: ver si se van complejizando o viceversa; conocer la cantidad de re internaciones –que como comentábamos es una curva que va a la baja año a año-; llevar el número de interconsultas; la baja de infecciones intrahospitalarias y otros tantos beneficios que la toma de estado del servicio nos facilita tenerlos cuantificados desde la Cámara.

– ¿Cómo impacta el aumento de la expectativa de vida en la actividad?
Repercute en lo que llamamos “tasa de uso” del servicio, que vemos que aumenta. Los pacientes añosos o gerontes son los que más demandan este tipo de servicio, pero a la vez hay más patologías que hoy pueden ser atendidas en el domicilio, sin no exponer a este grupo vulnerable a otro tipo de enfermedades que pueden darse en la internación nosocomial. Esto impacta en el aumento de la tasa de uso, en los recursos humanos y profesionales avocados al servicio de internación con especialistas y métodos complementarios de diagnóstico.

Silvina Iturralde

Licenciada en comunicación social, especialista en asuntos corporativos y periodista con amplia trayectoria en medios nacionales.