Susana Toporosi, presidenta de la Asociación de Profesionales del Guitiérrez, licenciada en psicología y coordinadora del área Salud Mental Adolescente en este hospital, le contó a BaireSalud que su organización viene denunciado, desde 2008, la falta de insumos, de nombramientos profesionales y de enfermeras/os; además de los bajos salarios en todos los escalafones -profesionales, administrativos, etc.- y el vaciamiento de los hospitales municipales. “Todas estas denuncias las realizamos oportunamente ante la Defensoría del Pueblo, la Asesoría de Menores y en la Comisión de Salud de la Legislatura”, detalla Toporosi. Y agrega: “Lo bueno en este hospital es que logramos que todas las asambleas, las medidas de fuerza y cualquier cosa que decidamos emprender están consensuadas por todos los trabajadores que integramos el Gutiérrez. Es el gran logro que obtuvimos después de muchos años de intentarlo, porque las direcciones de los gremios siempre tratan de dividirnos.” 

Dario Bottaro, médico pediatra del Gutiérrez y miembro de la Asociación, amplía el panorama del siguiente modo: “Lo que nos falta en el hospital es de todo y en todas la áreas. Pero el principal recurso que falta es el humano, sobre todo en materia de enfermería. Este hospital necesita 700 enfermeras/os para funcionar y hoy cuenta con 398. Lo que quiero decir, es que cualquier indicador de mortalidad que se considera para la estadística mundial incluye a la enfermería como un factor principal. ¿Y porqué tenemos la mitad de enfermeros que necesitamos? Porque no podemos conseguir más dado que los salarios son tan bajos que ellos entran, se quedan tres meses, y se van a trabajar al privado.” 

“También faltan recursos humanos en áreas críticas como terapia intensiva -continúa enumerando el pediatra-, donde tenemos un déficit de, por lo menos, 13 profesionales. Otro recurso humano vital, que también escasea, es el de limpieza; lo cual tratándose de un hospital es gravísimo. La misma situación se repite con el personal administrativo, sobre todo con las secretarias de sala que atienden al público. Por supuesto, el tema de la infraestructura es un capítulo aparte, ya que son muchas las cosas que funcionan mal, están rotas y no se reparan. Además, de las que resultan obsoletas. En síntesis: hay falta de equipamiento en todas las áreas.” 

Los profesionales coinciden en indicar que el mayor problema es que el ingreso a la carrera es bajo. Esto lo adjudican a que el sueldo de un profesional que recién se incorpora a la carrera es de 4800 pesos, de bolsillo. Por supuesto, lo consideran bajo teniendo en cuenta que esa persona hizo una carrera universitaria y, además, llevó a cabo una residencia. “Lo que está sucediendo es que en nuestro hospital, en cuyas residencias se forman pediatras y especialistas de primer nivel para todo el país, cuando hay concursos no se presenta nadie porque se van a trabajar al privado, donde les pagan más. Entonces, la conclusión es que están vaciando el hospital público de profesionales de calidad. Otro tema indignante es el de las jubilaciones, realmente indignas. Hoy un Jefe de Servicio se jubila con un sueldo de bolsillo de 2500 pesos y esto se debe a que parte del salario está compuesto por cifras no remunerativas, que no cuentan para la jubilación”, detalla Toporosi. 

“Para graficar un poco la desigualdad –agrega Bottaro-, cuando hablamos con colegas que trabajan en el privado ellos nos cuentan que en ninguna de esas instituciones mueren chicos por bronquiolitis. En cambio, si alguien mira las estadísticas de nuestros hospitales sí fallecen a causa de esta patología y se debe a las complicaciones en los tratamientos por falta de recursos, de profesionales, etc. En este hospital, históricamente, atendíamos 50.000 consultas anuales, internábamos 10.000 chicos y realizábamos 7.500 cirugías, en los buenos tiempo. Hoy esas cifras bajaron y una de las causas es la falta de enfermeros, porque si no alcanzan se reducen las camas para internación.” 

Al ser consultados por BaireSalud sobre la actitud que toma el estado ante estos reclamos, la respuesta la brinda Toporosi: “Con el gobierno porteño no hay un diálogo, si hay una negación fuerte de parte del Pro hacia nuestros reclamos, poniendo el foco afuera. Ellos dicen que nuestro reclamo es político y nos desestiman alegando que somos una minoría gremial. En fin, nos han puesto muchos calificativos, pero el mal funcionamiento del hospital por falta de recursos de toda índole lo pagan los chicos y su salud”.

“Por eso, la idea de generar jornadas como las del miércoles 27 es para que este conflicto salga a la calle, sea más escuchado y se instale en la sociedad. Da la sensación que los temas de salud siempre quedan relegados y nosotros queremos que cale profundo en la sociedad, que el paciente o usuario se haga cargo y se entere de nuestros reclamos. Porque no solo afecta nuestras vidas, sino la de quienes se atienden en este lugar. Para los que trabajamos acá el hospital público es una forma de vida”, sostiene la presidenta de la Asociación. 

Como próxima medida, la Asamblea realizada el último miércoles decidió convocar a una nueva jornada de protesta, en defensa del hospital público y exigiendo nuevas paritarias, el próximo 16 de agosto. 

Por Silvina Iturralde (Equipo BaireSalud)

Silvina Iturralde

Licenciada en comunicación social, especialista en asuntos corporativos y periodista con amplia trayectoria en medios nacionales.